lunes, 27 de octubre de 2008

Las nuevas viejas historias


Por Raúl H. Pérez Navarrete


Afirmar que “no hay nada nuevo bajo el sol”, que “todo ya está inventado”, es sin lugar a dudas un lugar común; incluso escritores como Juan Rulfo y Julio Cortázar aseguran que solamente existen un puñado de temas (entre ellos la muerte) y que a través de su tratamiento, de la forma de abordarlos, es que se genera la diversidad de las historias.


En los últimos años, la falta de imaginación de las producciones hollywoodenses ha llevado a los grandes estudios cinematográficos de la adaptación de “best sellers” a la adaptación de historietas y videojuegos, y de las nuevas versiones de cintas estadounidenses clásicas a las copias al carbón de éxitos comerciales extranjeros. Luego de cosechar reseñas positivas y de vender millones de boletos alrededor del mundo en el 2002, El aro, inspirada en la japonesa Ringu (1998), llevó a Hollywood a importar el género de terror asiático para luego incorporarle a los actores de moda junto a grandes presupuestos. Los resultados fueron muchas veces decepcionantes.

Fotograma de El aro



En las últimas semanas se han estrenado en las salas de nuestra ciudad algunos ejemplos de esta tendencia como Espejos siniestros, versión estadounidense de El otro lado del espejo, (2003) del surcoreano Sung-ho Kim, y cuyo protagonista es el popular Kiefer Sutherland, y Peligro en Bangkok, adaptación de la cinta tailandesa del mismo nombre, ambas dirigidas por los hermanos Oxide y Danny Pang. Por otro lado, también contamos en días pasados con un par de películas cuyos derechos fueron ya adquiridos y que afortunadamente se exhiben en nuestro país antes de la inminente llegada de sus contrapartes norteamericanas.


En primer lugar, El huésped (2006), del director y guionista surcoreano Joon-ho Bong. El filme retoma las convenciones del género de monstruos gigantes (llamado kaiju en Japón) y las transforma y combina con otras fórmulas dando lugar a un interesante pastiche en el que no están ausentes el humor negro, el drama y la crítica social. La escena con la que inicia la película se desarrolla en la morgue de una base militar norteamericana en Seúl, Corea del Sur, donde un médico estadounidense le ordena a un subordinado surcoreano deshacerse de productos químicos a través del drenaje; el empleado alega que esa es una acción ilegal pero, ante la presión de su superior, finalmente obedece. Esta secuencia es, por un lado, típica del género, donde son generalmente los residuos tóxicos o los deshechos nucleares los responsables de la aparición de la amenaza a la que los héroes se enfrentan; por otro, la escena está inspirada en un hecho real ocurrido en el país asiático en el año 2000, en condiciones similares. Es durante estos primeros minutos que Joon-ho Bong establece su doble discurso: en primer lugar, la conocida historia de un monstruo creado por la mano del hombre y, en segundo, la crítica a la negligencia de las autoridades en sus distintos niveles e independientemente de su nacionalidad.


Park Gang-Du, interpretado por el actor Kang-ho Song, es el héroe de la cinta y también el irresponsable aunque amoroso padre de Hyun-seo (Ah-sung Ko), adolescente que será una de las primeras víctimas de un animal deformado por los químicos vertidos al río que atraviesa la ciudad. Junto a la pérdida de su hija, el protagonista deberá enfrentar igualmente los reclamos de su hermano, la supuesta infección de un virus (resultado del contacto con el monstruo) y, más tarde, la incomprensión de las autoridades ante la petición de investigar una llamada de auxilio hecha por Hyun-seo desde un teléfono celular. A partir de ese momento, El huésped se convierte en una metáfora sobre un hombre común y corriente enfrentándose –además de a un descomunal e imposible ser– a la indiferencia de aquellos que ostentan el poder.


En segundo término, Rec, cinta española que tiene sus raíces en la fórmula creada por George A. Romero en su filme de zombies de 1968, La noche de los muertos vivientes, y en el formato empleado en la también película de terror El proyecto de la bruja de Blair, de Daniel Myrnick y Eduardo Sánchez. El filme español, dirigido por Jaume Balagueró y Paco Plaza, al igual que El huésped, cumple con los clichés propios de su género, al mismo tiempo que los dota de frescura al mezclarlos con nuevas ideas y enfoques como, por ejemplo, romper con la idea de que se trata de una obra cinematográfica para dar pie a la ilusión de que lo puesto en pantalla es el registro de un hecho real, como lo realizado por Sánchez y Myrnick en 1999.




Fotograma de la cinta Rec




Rec es la historia de Angela Vidal (Manuela Velasco), una joven reportera quien, junto a Pablo, su camarógrafo, hacen un reportaje en una tranquila estación de bomberos, cuando son sorprendidos por la alarma: se ha recibido una llamada de auxilio en un edificio de apartamentos donde una anciana, encerrada en su habitación, requiere de ayuda. Pronto, Angela, Pablo (quien graba los acontecimientos), los residentes del lugar, una pareja de policías y un par de bomberos se ven atrapados en el edificio que ahora es custodiado por las autoridades y sin que se les otorgue explicación alguna.


Al igual que Romero cuarenta años atrás, los cineastas españoles utilizan como pretexto una historia sobre “muertos vivientes” para hacer señalamientos sobre el racismo y la paranoia de la sociedad contemporánea; para algunos de los personajes de la cinta, el enemigo, el causante de su desfavorable situación, es sin duda “el otro”, el extranjero, aquél que es distinto por alguna circunstancia racial o cultural, asumiendo por consiguiente la propia inocencia.


Una excelente oportunidad


Durante décadas, Hollywood se consideró el centro del mundo cinematográfico, en parte, ante la falta de oportunidades de apreciar un cine creado en otras latitudes y con una sensibilidad distinta. Ahora, además de los espacios alternativos de exhibición fílmica como La quilla, el Teatro Mérida o las video salas del Centro Cultural Olimpo y la biblioteca José Martí, las salas de cine comercial se están abriendo al trabajo realizado al margen de los grandes presupuestos de los estudios hollywoodenses y a la popularidad de sus celebridades. Habrá que aprovechar esta excelente oportunidad.

Por esto!, lunes 27 de octubre de 2008.

3 comentarios:

Maik Civeira dijo...

Muy buena entrada Raúl. Lo peor no es que Hollywood haga películas que sean la antítesis de lo original, sino que la gente vaya a verlas cuando hay tantas alternativas mucho mejores.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Demonios, elimine por error mi comentario jaja.

Bueno, decía que:

Aunque los remakes que hollywood está haciendo no son tan buenos como las películas las que se basan, almenos despierta, en algunas personas(muy pocas creo, pero estoy incluído en esas), el interés por ver y averiguar de las películas en las que se basan y asi conocen las alternativas al cine hollywoodense.