jueves, 7 de enero de 2010

Yendo al cine solo: Sherlock Holmes


Por Raúl H. Pérez Navarrete

La obra del cineasta inglés Guy Ritchie se caracteriza por ser ágil y explosiva, con historias violentas aderezadas con un excelente humor negro… No es precisamente el director que se tendría en cuenta para traer de vuelta a las pantallas de cine al célebre detective creado por Arthur Conan Doyle hace más de un siglo, sin embargo, Ritchie realiza un trabajo interesante a la vez que congruente con su estilo.

¿Elemental, mi querido Watson?

Los días 9 y 10 de diciembre del 2009 la Red Literaria del Sureste organizó un homenaje a Arthur Conan Doyle con motivo de los 150 años de su nacimiento. Uno de las actividades del evento fue una mesa panel en la que participaron Jorge Cortés Ancona, Miguel Ángel Civeira y Ricardo Tatto, quienes abordaron aspectos poco conocidos sobre la vida y obra del escritor inglés. Miguel Ángel Civeira, Por ejemplo, destacó que la frase “Elemental, mi querido Watson” no aparece en los relatos, y que la apariencia física de Holmes y su compañero que el público conoce es distinta a la presentada en las novelas y en los cuentos. Igualmente ignorado es el Sherlock boxeador, el Sherlock misántropo, el Sherlock excéntrico.

Guy Richie toma estos elementos y los devuelve mezclados con su particular estilo dando como resultado un personaje fresco desenfadado, protagonizando una historia vertiginosa. Dado este contexto, Robert Downey Jr. fue una elección más que acertada para encabezar el elenco, que también incluye a Jude Law, como el inseparable compañero del detective.

Sin lugar a dudas estamos ante un Sherlock Holmes para el siglo XXI.

lunes, 4 de enero de 2010

Reseña: La Princesa y el Sapo



Título: La Princesa y el Sapo (The Princess and the Frog, EUA, 2009)



Director: Ron Clements y John Musker



Voces: Anika Noni Rose, Bruno Campos, Jim Cummings y Oprah Winfrey






En 1998 apareció Mulan y se acabaron las princesas Disney; el año siguiente salió Tarzán y la compañía dijo adiós a los musicales y a los cuentos de hadas. Las siguientes películas animadas en 2D incluyen Atlantis, Planeta del Tesoro y Vacas vaqueras, que fueron rotundos fracasos en taquilla y crítica. Desde entonces, Disney vive gracias a Pixar y algunas películas olvidables en 3D que salen un vez al año. De cualquier forma las princesitas cantarinas eran cosa del pasado.




En la extraña y oscura década de los 00's, las princesas experimentaron un boom comercial en cuanto a la amplísima línea de productos que salió por esos años. Si a finales de los 90's las niñas podían soñar con ser doncellas guerreras y salvar a sus pueblos, en los 00's volvieron a soñar con ser princesas engalanadas que esperan a sus príncipes azules. Disney ganaba millones con sus princesas, pero le faltaba un producto para colocar en el mercado: la princesa afroamericana.




No hay que ser ingenuos, la razón detrás de esta película es tener una nueva princesa negra, para vender muñecas, vestiditos y cualquier parafernalia imaginable al mercado afroamericano, al que Disney había ignorado alegremente por mucho tiempo. Toda la película está construida alrededor de esta premisa: "Tenemos que hacer una princesa negra"; todo lo demás se adapta (forzada y obviamente) a dicha premisa.




La cinta está repleta de todos los clichés que hicieron del cine de princesitas un género caduco a finales de los 90's. Lo peor es que esos elementos no están siquiera a la altura de los verdaderos clásicos de Disney, como La Sirenita o La Bella y la Bestia, sino que recuerdan más bien a esas imitaciones baratas que hacían otros estudios, como La princesa encantada o Anastasia, si es que alguien las recuerda.




Por lo demás, es una película simpática, con buena música, ambientación, animación y con personajes entrañables, aunque, eso sí, por completo intrascendente.