martes, 28 de octubre de 2008

Monstruos, vampiros y fantasmas

CENTRO CULTURAL OLIMPO

Noviembre 2008

Ciclo: Monstruos, Vampiros y Fantasmas



Jueves 6

Clásicos Del Cine: Plan 9 del espacio exterior (Estados Unidos, 1956) de Ed Wood con Bela Lugosi, Vampira, Lyle Talbot y Gregory Walcott.

Una joven pareja instala su domicilio cerca del cementerio. Pronto comienzan a ocurrir extraños sucesos. El motivo es que una raza alienígena pretende invadir la tierra y, para ello, está resucitando a los muertos y usándolos como ejército. Etiquetada como "la peor película de la historia del cine". Con el tiempo ha convertido en una cinta de culto.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos / 18:00 horas / Evento gratuito


Clásicos Del Cine: Fuego Fatuo (Francia, 1973) de Louis Malle Con Maurice Ronet, Jeanne Moreau y Alexandra Stewart.

Distinciones : 1963: Venecia: Premio Especial del Jurado.

Lain Leroy, hombre francés casado con una estadounidense, está cerca de terminar un tratamiento en una clínica privada para acabar con su problema de alcoholismo. Ante la posibilidad de volver a enfrentarse a su existencia cotidiana, decide quitarse la vida. Pero, antes, elige visitar a la gente de su pasado; sus amantes, sus amigos.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 20:00 horas/ Evento gratuito



Viernes 7

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: El Monstruo de la laguna negra (Estados Unidos, 1954) de Jack Arnold con Richard Carlson, Julie Adams y Antonio Moreno.


Una expedición en el Amazonas ha encontrado restos fósiles de una criatura anfibia. El Dr. David Reed (Richard Carlson) y su novia Kay Lawrence (Julia adams) encabezan una investigación científica para encontrar mas rastros. Internados en el río, descubren que los ayudantes que habían quedado custodiando la zona del hallazgo han sido atacados por una criatura salvaje. Mientras tanto, el Dr. Reed propone investigar el final del afluente, que desemboca en la laguna negra. Pero una criatura humanoide los acecha desde el agua, y pronto comenzará a atacar a los integrantes de la expedición. El director Jack Arnold crea con este gran thriller uno de los grandes clásicos del cine clase B de la historia. Notables efectos especiales -se diseñaron dos trajes para la bestia, uno para las tomas subacuáticas: todo un logro para la época- y una trama vibrante hacen de éste un clásico imprescindible para fans del horror.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos / 18:00 y 2o:00 horas/ Evento gratuito

Sábado 8

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: El Hombre lobo (Estados Unidos, 1941) de George Waggner con Bela Lugosi y Lon Chaney Jr.

Tras varios años en Estados Unidos, el hijo de un noble inglés regresa a la mansión de su padre en Gales. Una noche que asiste a una feria zíngara es mordido por un lobo y su vida comienza a cambiar cuando teme ser el responsable de las muertes que se están produciendo en la localidad. El original clásico del terror que introdujo al cine a uno de los monstruos màs infames de la pantalla.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos / 17:00 y 19:00 horas/ Evento gratuito


Jueves 13

Clásicos Del Cine: Un alma torturada (Estados Unidos ,1942) de Frank Tuttle con Alan Ladd, Robert Preston y Veronica Lake

Adaptación de la novela homónima de Graham Greene, estelarizada por Verónica Lake y Alan Ladd, quienes después del éxito de este filme se harían una pareja mítica del film noir. A un año de la aparición de El halcón Maltés, esta obra puede considerarse una piedra angular en el desarrollo del cine negro, un género que reflejó los dilemas morales y el pesimismo que la Segunda Guerra Mundial extendió al mundo, a través de historias oscuras de corrupción urbana y una depurada estética fotográfica basada en el claroscuro.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 18:00 horas / Evento gratuito

Clásicos Del Cine: La década prodigiosa (Francia ,1964) de Claude Chabrol con Orson Welles, Michel Piccoli y Anthony Perkins

Un escritor es invitado a pasar una temporada en una suntuosa mansión campestre de Francia, donde pareciera que el tiempo se detuvo en la década de los 20. Ahí vive un dictatorial hombre en compañía de su joven esposa y de su hijastro, un excéntrico escultor. Paulatinamente, el escritor percibe circunstancias extrañas en el lugar.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 20:00 horas / Evento gratuito



Sábado 15

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: La Hija de Drácula
(Estados Unidos, 1936) de Lambert Hiller con Otto Kruger, Gloria Holden y Marguerite Churchill.
El profesor Van Helsing acaba de matar al conde Drácula. La policía lo detiene, acusándolo de asesinato, mientras la compungida hija del noble se hace cargo del cadáver y lo incinera. Después, prosigue su no-vida, obsesionada por la maldición que acosa su estirpe, mas sin opción alguna para evitarlo... La acción de la película se traslada desde Londres a Transilvania. Fue muy bien tratada por la critica especializada de la época. La actuación de Gloria Holden fue oscura y torturada. No reiteraba lo visto en 'Dracula', sino que innovaba y mejoraba el género de terror.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos /
17:00 y 19 :00 horas/ Evento gratuito



Jueves 20

Clásicos Del Cine: El compadre Mendoza (México 1933) de Fernando de Fuentes con Alfredo del Diestro, Carmen Guerrero, Antonio R. Frausto, Luis G. Barreiro y Emma Roldán.

Distinciones: Ocupa el tercer lugar entre la lista de las cien mejores películas del siglo XX.

El compadre Mendoza es sobre todo una excelente muestra de cine narrativo; sorprende por su rechazo de lo convencional, por su unidad de estilo, por su fuerza dramática, y por el buen uso de un reparto competente.

Parte del mérito del redescubrimiento del filme se lo atribuye García Riera al crítico e historiador francés Georges Sadoul, quien visitó México a principios de los sesenta y vio en la cinta a uno de los grandes logros del cine mexicano. Los cineclubes se encargarían de difundir la cinta y la llegada del video contribuiría a ampliar su difusión.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo Adolescentes y adultos / 18:00 horas

Clásicos Del Cine: Vámonos con Pancho Villa (México 1935) de Fernando de Fuentes con Domingo Soler, Antonio R. Frausto y Dolores Camarillo "Fraustita"
Distinciones: Es considerada como la mejor película Mexicana entre la lista de las cien mejores del siglo XX.

A principios de los sesenta, la crítica y el movimiento "cineclubero" mexicano rescataron del olvido a Vámonos con Pancho Villa. La cinta se convirtió, junto con El compadre Mendoza del mismo de Fuentes, en el paradigma del mejor cine nacional

Durante la revolución mexicana, un grupo de valientes campesinos, conocidos como los "Leones de San Pablo" se unen al ejército de Pancho Villa. Después de algunas batallas, con más derrotas que victorias, el grupo original es reducido a dos: Tiburcio Maya y el joven "Becerrillo". Una epidemia de viruela se desata entre la tropa y "Becerrillo" cae enfermo. Villa ordena a Tiburcio matar al joven e incinerar su cuerpo. Desencantado, Tiburcio abandona la revolución y regresa a su pueblo.
Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 20:00 horas/ Evento gratuito


Sábado 22

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: El hijo de Frankenstein (Estados Unidos, 1939) de Rowland W. Lee con Boris Karloff, Bela Lugosi y Basil Rathbone.
El tercero de los filmes del ciclo sobre el monstruo ideado por Mary Shelley había tenido dos notables precedentes en FRANKENSTEIN (Frankenstein-1931) y BRIDE OF FRANKENSTEIN (La Novia de Frankenstein-1935), En esta película Lugosi se acerca tangencialmente al mito del hombre reconstruido -que siempre despreció por las limitadas posibilidades que ofrecía a los actores- en el papel de un campesino que atiza al hijo del doctor Frankestein para que reviva a la odiosa creación de su padre. Karloff aporta por última vez la sensibilidad del monstruo, pero la cinta es un festín para los fans de Lugosi, quien es en realidad quien maneja los hilos de la trama. Y de la creatura.


Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos / 17:00 y 19:00 horas/ Evento gratuito


Jueves 27

Clásicos Del Cine: La última película (Estados Unidos, 1971) de Peter Bogdanovich con Cybill Shepherd, Jeff Bridges, Timothy Bottoms, Ben Johnson, Cloris Leachman y Ellen Burtstyn.

Distinciones: En 1971 obtuvo dos premios Oscar y ocho nominaciones.

Tal vez la mejor realización de Peter Bogdanovich y, según la crítica especializada, uno de los mejores trabajos cinematográficos de la década del 70. Con un elenco de actores verdaderamente superlativo, Bogdanovich rinde aquí un exquisito homenaje y expresa toda su admiración por los grandes directores del cine clásico norteamericano.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 18:00 horas / Evento gratuito

Clásicos Del Cine: El Sirviente (Reino Unido, 1963) de Joseph Losey con Dirk Bogarde, Sarah Miles y James Fox

Afianzada en el impecable guión de Harold Pinter, la película de Losey disecciona implacablemente la miserable condición humana de sus protagonistas, seres subordinados a sus más bajos instintos (sexo, drogas, disipación, celos, incuria y dominación). La erótica del poder trasladada al ámbito doméstico.
Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 20:00 horas/ Evento gratuito


Viernes 28

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: Svengali (Estados Unidos, 1931) de Archie Mayo con John Barrymore y Marian Marsh.

La famosa novela de George du Maurier, Trilby, es la base de este estremecedor relato, nominado al Oscar por su espléndida dirección artística y cinematografía. El siniestro mago Svengali ofrece a John Barrymore la oportunidad de brindar una interpretación inolvidable.


Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Niños y adultos /
18:00 y 20:00 horas. / Evento gratuito


Sábado 29

Monstruos, Vampiros y Fantasmas: El Zombi blanco (Estados Unidos. 1931) de de Victor Halperin con Bela Lugosi.

Los cadáveres marchan rígidos a través de un paisaje tropical, al ritmo de hipnóticos sonidos de tambores se oyen en la siniestra noche. Una curiosa sensación de pavor es la bienvenida a una joven pareja en su primera noche en Haití, mientras van hacia el castillo del misterioso Sr. Beaumont. El zombie Blanco es considerado como uno de los más evocativos clásicos del horror.

Videosala del Centro Cultural de Mérida Olimpo / Adolescentes y adultos / 17:00 y 19:00 horas/ Evento gratuito



ENTRADA LIBRE A TODOS LOS EVENTOS

(PROGRAMACIÓN SUJETA A CAMBIOS)


lunes, 27 de octubre de 2008

Las nuevas viejas historias


Por Raúl H. Pérez Navarrete


Afirmar que “no hay nada nuevo bajo el sol”, que “todo ya está inventado”, es sin lugar a dudas un lugar común; incluso escritores como Juan Rulfo y Julio Cortázar aseguran que solamente existen un puñado de temas (entre ellos la muerte) y que a través de su tratamiento, de la forma de abordarlos, es que se genera la diversidad de las historias.


En los últimos años, la falta de imaginación de las producciones hollywoodenses ha llevado a los grandes estudios cinematográficos de la adaptación de “best sellers” a la adaptación de historietas y videojuegos, y de las nuevas versiones de cintas estadounidenses clásicas a las copias al carbón de éxitos comerciales extranjeros. Luego de cosechar reseñas positivas y de vender millones de boletos alrededor del mundo en el 2002, El aro, inspirada en la japonesa Ringu (1998), llevó a Hollywood a importar el género de terror asiático para luego incorporarle a los actores de moda junto a grandes presupuestos. Los resultados fueron muchas veces decepcionantes.

Fotograma de El aro



En las últimas semanas se han estrenado en las salas de nuestra ciudad algunos ejemplos de esta tendencia como Espejos siniestros, versión estadounidense de El otro lado del espejo, (2003) del surcoreano Sung-ho Kim, y cuyo protagonista es el popular Kiefer Sutherland, y Peligro en Bangkok, adaptación de la cinta tailandesa del mismo nombre, ambas dirigidas por los hermanos Oxide y Danny Pang. Por otro lado, también contamos en días pasados con un par de películas cuyos derechos fueron ya adquiridos y que afortunadamente se exhiben en nuestro país antes de la inminente llegada de sus contrapartes norteamericanas.


En primer lugar, El huésped (2006), del director y guionista surcoreano Joon-ho Bong. El filme retoma las convenciones del género de monstruos gigantes (llamado kaiju en Japón) y las transforma y combina con otras fórmulas dando lugar a un interesante pastiche en el que no están ausentes el humor negro, el drama y la crítica social. La escena con la que inicia la película se desarrolla en la morgue de una base militar norteamericana en Seúl, Corea del Sur, donde un médico estadounidense le ordena a un subordinado surcoreano deshacerse de productos químicos a través del drenaje; el empleado alega que esa es una acción ilegal pero, ante la presión de su superior, finalmente obedece. Esta secuencia es, por un lado, típica del género, donde son generalmente los residuos tóxicos o los deshechos nucleares los responsables de la aparición de la amenaza a la que los héroes se enfrentan; por otro, la escena está inspirada en un hecho real ocurrido en el país asiático en el año 2000, en condiciones similares. Es durante estos primeros minutos que Joon-ho Bong establece su doble discurso: en primer lugar, la conocida historia de un monstruo creado por la mano del hombre y, en segundo, la crítica a la negligencia de las autoridades en sus distintos niveles e independientemente de su nacionalidad.


Park Gang-Du, interpretado por el actor Kang-ho Song, es el héroe de la cinta y también el irresponsable aunque amoroso padre de Hyun-seo (Ah-sung Ko), adolescente que será una de las primeras víctimas de un animal deformado por los químicos vertidos al río que atraviesa la ciudad. Junto a la pérdida de su hija, el protagonista deberá enfrentar igualmente los reclamos de su hermano, la supuesta infección de un virus (resultado del contacto con el monstruo) y, más tarde, la incomprensión de las autoridades ante la petición de investigar una llamada de auxilio hecha por Hyun-seo desde un teléfono celular. A partir de ese momento, El huésped se convierte en una metáfora sobre un hombre común y corriente enfrentándose –además de a un descomunal e imposible ser– a la indiferencia de aquellos que ostentan el poder.


En segundo término, Rec, cinta española que tiene sus raíces en la fórmula creada por George A. Romero en su filme de zombies de 1968, La noche de los muertos vivientes, y en el formato empleado en la también película de terror El proyecto de la bruja de Blair, de Daniel Myrnick y Eduardo Sánchez. El filme español, dirigido por Jaume Balagueró y Paco Plaza, al igual que El huésped, cumple con los clichés propios de su género, al mismo tiempo que los dota de frescura al mezclarlos con nuevas ideas y enfoques como, por ejemplo, romper con la idea de que se trata de una obra cinematográfica para dar pie a la ilusión de que lo puesto en pantalla es el registro de un hecho real, como lo realizado por Sánchez y Myrnick en 1999.




Fotograma de la cinta Rec




Rec es la historia de Angela Vidal (Manuela Velasco), una joven reportera quien, junto a Pablo, su camarógrafo, hacen un reportaje en una tranquila estación de bomberos, cuando son sorprendidos por la alarma: se ha recibido una llamada de auxilio en un edificio de apartamentos donde una anciana, encerrada en su habitación, requiere de ayuda. Pronto, Angela, Pablo (quien graba los acontecimientos), los residentes del lugar, una pareja de policías y un par de bomberos se ven atrapados en el edificio que ahora es custodiado por las autoridades y sin que se les otorgue explicación alguna.


Al igual que Romero cuarenta años atrás, los cineastas españoles utilizan como pretexto una historia sobre “muertos vivientes” para hacer señalamientos sobre el racismo y la paranoia de la sociedad contemporánea; para algunos de los personajes de la cinta, el enemigo, el causante de su desfavorable situación, es sin duda “el otro”, el extranjero, aquél que es distinto por alguna circunstancia racial o cultural, asumiendo por consiguiente la propia inocencia.


Una excelente oportunidad


Durante décadas, Hollywood se consideró el centro del mundo cinematográfico, en parte, ante la falta de oportunidades de apreciar un cine creado en otras latitudes y con una sensibilidad distinta. Ahora, además de los espacios alternativos de exhibición fílmica como La quilla, el Teatro Mérida o las video salas del Centro Cultural Olimpo y la biblioteca José Martí, las salas de cine comercial se están abriendo al trabajo realizado al margen de los grandes presupuestos de los estudios hollywoodenses y a la popularidad de sus celebridades. Habrá que aprovechar esta excelente oportunidad.

Por esto!, lunes 27 de octubre de 2008.

martes, 21 de octubre de 2008

Del video musical a la pantalla grande

CENTRO CULTURAL JOSÉ MARTÍ

PROGRAMACIÓ DEL CINE FORO


Noviembre de 2008


Martes 4



Del video musical a la pantalla grande: "Pequeña Miss Sunshine" (Estados Unidos, 2006) de Jonathan Dayton y Valerie Faris, con Greg Kinnear, Toni Collette, Steve Carell, Paul Dano, Abigail Breslin y Alan Arkin.

Distinciones: Ganadora de dos premios Oscar, uno por mejor guión, y otro por mejor actuación en un papel secundario para Alan Arkin, entre otros 41 reconocimientos.

Olive (Abigail Breslin) es una niña de 7 años que se prepara para concursar en el certamen de belleza infantil Pequeña Miss Sunshine, a realizarse en el estado de California. Junto a su disfuncional familia, que incluye, entre otros, a su hermano, quien realiza un voto de silencio, y a su abuelo, expulsado del su asilo por conducta inapropiada, Olive se dirigirá por carretera (desde su hogar en Nuevo México) a la sede del concurso en una vieja camioneta que será testigo y escenario de los altibajos de la familia.

Conmovedora y divertida cinta que hace mofa de muchas de las obsesiones de la vida contemporánea como lo son la apariencia y el dinero.

Comentarios a cargo del Lic. Mario Helguera Bolio y Raúl H. Pérez Navarrete.

Centro Cultural José Martí / Adolescentes y adultos / 20:00 horas
/ Evento gratuito



Martes 18


Del video musical a la pantalla grande: “La ciencia del sueño” (Francia-Italia, 2006) de Michele Gondry, con Charlotte Gainsbourg y Gael García Bernal.

Distinciones: Ganadora de un premio del Festival de Cannes por mejor banda sonora, y un reconocimiento de la Chlotrudis Society for Independent Film por mejor diseño visual.

Stephane Miroux (Gael García Bernal) es un artista, con el anhelo de convertirse en inventor, que desde niño ha visto entrelazados el mundo de los sueños y la realidad. Ahora, en su juventud, tendrá que lidiar con un trabajo aburrido y con la conquista de Staphanie, su vecina, una chica que se verá afectada por la singular condición de su pretendiente.

Original película del director Michele Gondry, quien se hiciera famoso por realizar los videos musicales más emblemáticos de la cantante islandesa Björk.

Comentarios a cargo del Lic. Mario Helguera Bolio y Raúl H. Pérez Navarrete.

Centro Cultural José Martí / Adolescentes y adultos / 20:00 horas
/ Evento gratuito

viernes, 17 de octubre de 2008

Tiene los ojos de su padre.

"No hay emoción más natural y humana que el miedo, ni existe miedo más arcaico que el temor desconocido."


HP Lovecraft


Los tipos de miedo


El cine de terror en sus primeras décadas explotaba en temor primitivo hacia el depredador: que un ser más fuerte que el hombre llegue y lo mate, sea para alimentarse de él o por cualquier otra razón. De ahí toda la galería de monstruos que desfilaron por los años 30, 40 y 50. Claro, a este temor primitivo se suma otro: el miedo a lo diferente, a lo innatural, a lo que no se supone que debe ser. La suma de estos dos miedos dan como resultado los vampiros, los hombres lobo, las momias y demás. En las décadas de 1930 y 1940, estos depredadores tienen un origen sobrenatural. En las de 1950 y 1960, tienen un origen "científico": extraterrestres, mutantes, infectados, animales enloquecidos, mosntruos radiactivos, etcétera.


Pero en la década de los 50's se suma un tercer tipo de miedo, producto de la paranoia característica de la Guerra Fría: el miedo al final, el miedo no a perescer como individuo, sino a presenciar la desaparación de la humanidad, de que llegue su fin como especie dominante en este planeta. En los 50's, la amenaza es controlada antes de que crezca; en los 60's el fin del mundo se presenta.


Pero aún tendría que llegar un tercer tipo de miedo: el horror satánico. No se trata de un temor a una bestia o criatura que pueda destruirnos. No hay aquí monstruos visibles, ni importa qué tan horrendos puedan ser físicamente. Ahora la amenaza es una presencia, una fuerza poderosa contra la que no se puede combatir, de la que no se puede huir. Ajos, estacas y balas de plata son inútiles. No sólo la vida propia está amenazada, sino la razón y el alma misma corren peligro.


Este tipo de miedo no era nuevo, la literatura lo había estado explotando desde hacía décadas, pero llegó tarde al cine, cuando Lovecraft en la década de los 20 dejó atrás los elementos clásicos de la literatura gótica (fantasmas, vampiros, hombres lobo), para explorar el horror que causa la idea de que existen otras cosas, que lo que creemos saber sobre las fuerzas que rigen el uiverso es ínfimo. Que somos vulnerables a los caprichos de esas fuerzas.


Claro, Lovecraft tiró más hacia lo cósmico, mientras que la autora Ira Levin insertó su relato en la tradición judeocristiana. ¿Qué más había que temer que al Enemigo milenario de la humanidad, una fuerza en cuya existencia muchos creen en realidad? Y así, con El Bebé de Rosemary, Satanás empezó a ser el nuevo antagonista de los relatos de horror.


El bebé de Rosemary


Ira Levin publicó su libro en 1967, pero sería la adaptación fílmica de Roman Plansky la que le daría fama al relato. Annus mirabilis, 1968. Mientras George A Romero iniciaba la tradición del apocalipsis zombi y llevaba a la culminación el horror combinado con ciencia-ficción, Roman Polansky iniciaba el nuevo horror satánico. Mientras Romero realizaba una película de bajo presupuesto que se basaba en el gore, Polansky dirigía una obra de terror psicológico, de amplia inversión, con muchas pretensiones artísticas, y en la que lo importante es la creación de atmósferas.


La tradición iniciada por Polansky continuaría a través de la siguiente década con películas como El exorcista (1973), La Profecía (1976) y El Horror de Amityville (1979), hasta culminar con El Resplandor (1980) de Stanley Kubrick. Pero eso sería el futuro.


No puedo decirles mucho sobre El Bebé de Rosemary sin arruinarles la película Digamos sólo que su protagonista, Mia Farrow, interpreta a una joven mujer recién casada y ansiosa de ser madre. Pero existe un terrible secreto acerca de su bebé, y una conspiración para ocultarlo.


Datos curiosos: el edificio en que fue filmada esta película fue habitado alguna vez por Boris Karloff, el célebre actor de clásicos del horror de los años 30 y 40. De Karloff se rumoraba que practicaba ritos satánicos para ser tan buen actor. Y más impactante aún, frente a ese mismo edificio fue asesinado John Lennon en 1980. De ahí que no falte quien murmure que el edificio está maldito. Puras patrañas, pero es divertido.


El Bebé de Rosemary ganó múltibles premios y distinciones y es considerada por muchos como la mejor película de horror de todos los tiempos. Se presentará este martes 21 a las 8:00 PM en el Centro Cultural José Martí. Los comentarios estarán a cargo de un servidor. No se la pierdan.

viernes, 3 de octubre de 2008

¡Vienen por ti, Barbara!


El año de 1968 legó una rica herencia para la historia. Amén de los movimientos políticos que márcaron un antes y un después en la historia del siglo XX, 1968 fue un año rico para las artes, la cultura y el cine. En el cine de cienca-ficción, 1968 nos dio El Planeta de los Simios y 2001: Odisea del Espacio (eesta última, a mi gusto, la mejor película de sci-fi jamás hecha). Ambas fueron presentadas en agosto pasado en nuestro Centro Cultural.

En el género del horror, 1968 también contribuyó con dos grandes obras, muy distintas, representantes de corrientes opuestas en el género, pero que sin duda marcaron la historia del cine: La Noche de los Muertos Vivientes y El Bebé de Rosemary.


EL CINE DE HORROR EN LOS 50'S


En la década de los 50's, el género de horror s había fusionado con la ciencia-ficción, como nos dejan ver algunas de las mejores representantes de estos dos géneros en aquella década. La paranoia generada por la Guerra Fría volvió caducos a los vampiros, hombres-lobo y momias que habían protagonizado las películas de horror desde 1920. La amenaza ahora provenía del espacio, de secretos ocultos bajo los hielos del ártico, o del mal uso que se le daba a la tecnología, sobre todo al gran espectro de la época: la bomba atómica.


Al público de los 50's ya no le bastaba con explicaciones sobrenaturales de los mosntruos. Querían explicaciones "científicas" pues vivían en una época en la que la tecnología llegaba con grandes promesas y grandes amenazas. Así, los monstruos no podían ser ya producto de pactos con el diablo o antiguos rituales egipcios. Debían ser resultado del mal uso de una cámara de teletransportación o provenir del espacio exterior. Se inventaron nuevas convenciones, como que el exponer un insecto a energía atómica lo haría crecer a un tamaño gigantesco, o que un dinosaurio atrapado en el hielo podría sobrevivir durante millones de años.


Extraterrestres, mutantes, dinosaurios redivivos, insectos gigantes protagonizaron las pesadillas del público cinéfilo de los años 50's. Ejemplos de este cine son películas como La Mosca, La Mancha Voraz, La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos y La Cosa de Otro Mundo. Todas ellas reflejaban el miedo de la población estadounidense porque llegara un enemigo extraño y externo que destruyera la civilización.


No se trataba más del miedo al depredador, como lo es al vampiro o al hombre-lobo, que se alimenta de sus víctimas, pero que sólo significa una amenaza a nivel local, para los seres más cercanos a estos monstruos. Ahora la amenaza era global, se trataba del miedo al fin del mundo, de la vida como la conocemos.


EL CINE DE HORROR EN LOS 60's


En la década de los 60's continuó esta tendencia de combinar el horror con la ciencia-ficción, pero si en los 50's la amenaza del fin del mundo se lograba evitar antes de que alcanzara amplias proporciones (por ejemplo, se neutralizaba al monstruo antes de que saliera de la base militar o de la ciudad), en el cine sesentero el fin del mundo llegaba. Otra diferencia es que, si bien en la mayoría de los filmes de horror y ciencia-ficción de los 50's los protagonistas eran apuestos y brillantes científicos, y arrogantes capitanes del ejército americano, en el cine de los 60's era la gente común la que se tenía que enfrentar a la amenaza del fin del mundo.


Así, ya sea que el Apocalipsis llegue por la furia de las aves (Los Pájaros, 1963), por una epidemia de ceguera que le abra el camino a plantas extraterrestres (El Día de los Trífidos, 1962) o una plaga de vampiros zombis (El Último Hombre sobre la Tierra, 1964), era una certeza que no se podría resolver tan fácil como sólo rociar con un extintor a una ameba gigante.


En este contexto llega la primera película de zombis moderna, justo en el año que lo cambiaría todo: La Noche de los Muertos Vivientes. Pero aparte de la tradición que mezcla la ciencia-ficción con el horror, esta película tiene sus orígenes en la larga y antigua tradición sobre zombies.


LOS ZOMBIES


Poco se sabe de la etimología de la palabra "zombi", aunque es casi seguro que tiene un origen afroantillano. La primera vez que aparece la palabra es en un texto francés del siglo XVIII, Le Zombi du Grand Pérou, pero no se entiende muy bien a qué se refería el autor con "zombi". Lo cierto es que la tradición de cadáveres que salen de las tumbas y atormentas a los vivos, está presente en prácticamente todas las mitologías del mundo, ya sea en forma de vampiros, gules o draugures.


En la literatura, cadávares vueltos a la vida aparecen en Frankenstein de Mary Shelley, La Mano del Mono de WW Jacobs, El Caso del Señor Valdemar de Edgard Alan Poe y varios cuentos de HP Lovecraft. Sin embargo, ninguno de estos muertos vivientes era zombis en realidad.


El concepto de zombi moderno tiene su origen en la tradición afroantillana. En ésta, un zombi es un cadáver sin alma, vuelto a la vida mediante hechicería. Un brujo vudú utilizaría al zombi como esclavo para cumplir su voluntad, por ejemplo, cometiendo asesinatos o raptando personas.


El mundo occidental conoció pro vez primera esta idea de zombi a través del libro La Isla Mágica del explorador WB Seabrook, publicado en Estados Unidos en 1929, en el que el autor describía la vida y costumbres de Haití, incluyendo la práctica del vudú y la creencia en zombis.


El libro fue adaptado muy libremente al cine en 1932 con la cinta White Zombie, protagonizada por el legandario Bela Lugosi. A partir de entonces, se hicieron cada vez más comunes las películas de zombis. En ellas, los muertos eran revividos por hechiceros malignos o científicos locos con la intención de controlarlos para sus malvados fines. Películas de este tipo incluyen Yo Caminé con un Zombi (1943), Plan Nueve del Espacio Exterior (1959) y La Plaga de los Zombis (1966).


EL APOCALIPSIS


Estos zombis, sin embargo, no son aún los causantes del apocalipsis que conocemos hoy en día. Para acabar con la amenaza, bastaba detener al científico o hechicero que los controlaba, y la condición de zombi no era contagiosa.


El origen del Apocalipsis zombi se encuentra en otras obras. Por ejemplo, en 1936, la película Things to Come, basada en la novela homónima de HG Wells, habla de una "plaga ambulante", que provoca que los infectados vaguen errática y lentamente por el mundo (como zombis). Esta plaga es altamente contagiosa y provoca el Apocalipsis.


Pero la influencia más importante en la conformación de la idea del Apocalipsis zombi se encuentra en la novela de Richard Mathelson Soy Leyenda (1954), en la que unos mutantes vampirescos ocasionan el fin del mundo. En esta novela, y en su adaptación cinematográfica El Último Hombre sobre la Tierra (1964, protagonizada por Vincent Price) los "vampiros" tienen más parentezco con los zombis modernos que con el conde Drácula: deambulan lentamente, emitiendo gemidos quejumbrosos, privados de voluntad y razón. Además, su mordida es contagiosa. Lo único que tienen de vampiros es que chupan sangre en vez de comer cerebros.


LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES


Ahora sí, de la película que nos concierne. La Noche de los Muertos Vivientes del legendario director George A. Romero, no es sólo la primera película de zombis modernos. Es una obra maestra del género de horror y precursora del gore, que dignificó el cine de serie B, demostró que el cine de horror puede ser arte y criticó a la sociedad norteamericana. No por nada esta cinta es considerada por muchos críticos como la mejor película de horror de la historia.


Para empezar, Romero sentó las reglas del zombi moderno, una de las dos criaturas míticas que ha producido el siglo XX (la otra vendría siendo el monstruo gigante, al estilo Godzilla). Estas reglas son:




  • Los zombis comen carne humana, ésta es su motivación.


  • Nadie controla a los zombis. Son una amenaza en sí misma.


  • La mordida del zombi reproduce su condición en quien la sufre.


  • Los zombis son una amenaza global, no local.


  • Los zombis traerán el fin del mundo. Si no en esta cinta, en la secuela.


  • La única forma de matar a un zombi es destruyendo el cerebro o quitando la cabeza.


  • De todas formas, el peor peligro no son los zombis, sino los otros vivos.


  • Al final de la cinta, hay pocos sobrevivientes, si es que hay alguno.

Estas reglas básicas han sido cambiadas, revisadas y reinterpretadas por realizadores posteriores. Pero en realidad, tratándose de zombis, no hay nada después de Romero, sólo notas al pie.


En cuanto a la penúltima regla, Romero la hizo la más importante de su cinematografía. Los zombis sólo son un pretexto, una metáfora para exponer la horripilancia de la sociedad humana. En La Noche, son duramente criticados el racismo, la xenofobia y otros vicios de la sociedad. El escenario apocalíptico de la Guerra de Vietnam se ve reflejado en las últimas escenas. No se trata sólo de una película de monstruos, es una cinta muy actual que comenta sobre las situaciones de su tiempo. No es casualidad que surgiera en 1968.


Por cierto, hablando de épocas, Romero no quería dar una explicación sobre el origen de los zombis, pero la época en la que hizo la película lo obligó a dar una razón "científica", en este caso, radiación extraña que había traído consigo una sonda proveniente de Venus.


Romero hizo esta película con un bajísimo presupuesto, con sus amigos, familiares y vecinos. Un carnicero de la comunidad ayudó con los efectos especiales y proveyó a los actores que hacían de zombis tripas y pedazos de carne para que pudieran comerlos con todo realismo.


Las crónicas de la época narran que nadie estaba preparado para lo que vio la noche del estreno de la obra de Romero. Los preadolescentes, acostumbrados a ver películas de horror, quedaron chocados. Una generación coompleta quedó marcada de por vida. Y La Noche fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos para ser preservada por su relevancia artística, histórica y cultural.


No se pierdan esta obra maestra, una de las películas ideales para la época halloweenesca. Será presentada el Martes 7 de Octubre en el Centro Cultural José Martí, a las 8:00 de la noche. Los comentarios estarán a cargo de su servidor. Espero verlos.