viernes, 3 de octubre de 2008

¡Vienen por ti, Barbara!


El año de 1968 legó una rica herencia para la historia. Amén de los movimientos políticos que márcaron un antes y un después en la historia del siglo XX, 1968 fue un año rico para las artes, la cultura y el cine. En el cine de cienca-ficción, 1968 nos dio El Planeta de los Simios y 2001: Odisea del Espacio (eesta última, a mi gusto, la mejor película de sci-fi jamás hecha). Ambas fueron presentadas en agosto pasado en nuestro Centro Cultural.

En el género del horror, 1968 también contribuyó con dos grandes obras, muy distintas, representantes de corrientes opuestas en el género, pero que sin duda marcaron la historia del cine: La Noche de los Muertos Vivientes y El Bebé de Rosemary.


EL CINE DE HORROR EN LOS 50'S


En la década de los 50's, el género de horror s había fusionado con la ciencia-ficción, como nos dejan ver algunas de las mejores representantes de estos dos géneros en aquella década. La paranoia generada por la Guerra Fría volvió caducos a los vampiros, hombres-lobo y momias que habían protagonizado las películas de horror desde 1920. La amenaza ahora provenía del espacio, de secretos ocultos bajo los hielos del ártico, o del mal uso que se le daba a la tecnología, sobre todo al gran espectro de la época: la bomba atómica.


Al público de los 50's ya no le bastaba con explicaciones sobrenaturales de los mosntruos. Querían explicaciones "científicas" pues vivían en una época en la que la tecnología llegaba con grandes promesas y grandes amenazas. Así, los monstruos no podían ser ya producto de pactos con el diablo o antiguos rituales egipcios. Debían ser resultado del mal uso de una cámara de teletransportación o provenir del espacio exterior. Se inventaron nuevas convenciones, como que el exponer un insecto a energía atómica lo haría crecer a un tamaño gigantesco, o que un dinosaurio atrapado en el hielo podría sobrevivir durante millones de años.


Extraterrestres, mutantes, dinosaurios redivivos, insectos gigantes protagonizaron las pesadillas del público cinéfilo de los años 50's. Ejemplos de este cine son películas como La Mosca, La Mancha Voraz, La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos y La Cosa de Otro Mundo. Todas ellas reflejaban el miedo de la población estadounidense porque llegara un enemigo extraño y externo que destruyera la civilización.


No se trataba más del miedo al depredador, como lo es al vampiro o al hombre-lobo, que se alimenta de sus víctimas, pero que sólo significa una amenaza a nivel local, para los seres más cercanos a estos monstruos. Ahora la amenaza era global, se trataba del miedo al fin del mundo, de la vida como la conocemos.


EL CINE DE HORROR EN LOS 60's


En la década de los 60's continuó esta tendencia de combinar el horror con la ciencia-ficción, pero si en los 50's la amenaza del fin del mundo se lograba evitar antes de que alcanzara amplias proporciones (por ejemplo, se neutralizaba al monstruo antes de que saliera de la base militar o de la ciudad), en el cine sesentero el fin del mundo llegaba. Otra diferencia es que, si bien en la mayoría de los filmes de horror y ciencia-ficción de los 50's los protagonistas eran apuestos y brillantes científicos, y arrogantes capitanes del ejército americano, en el cine de los 60's era la gente común la que se tenía que enfrentar a la amenaza del fin del mundo.


Así, ya sea que el Apocalipsis llegue por la furia de las aves (Los Pájaros, 1963), por una epidemia de ceguera que le abra el camino a plantas extraterrestres (El Día de los Trífidos, 1962) o una plaga de vampiros zombis (El Último Hombre sobre la Tierra, 1964), era una certeza que no se podría resolver tan fácil como sólo rociar con un extintor a una ameba gigante.


En este contexto llega la primera película de zombis moderna, justo en el año que lo cambiaría todo: La Noche de los Muertos Vivientes. Pero aparte de la tradición que mezcla la ciencia-ficción con el horror, esta película tiene sus orígenes en la larga y antigua tradición sobre zombies.


LOS ZOMBIES


Poco se sabe de la etimología de la palabra "zombi", aunque es casi seguro que tiene un origen afroantillano. La primera vez que aparece la palabra es en un texto francés del siglo XVIII, Le Zombi du Grand Pérou, pero no se entiende muy bien a qué se refería el autor con "zombi". Lo cierto es que la tradición de cadáveres que salen de las tumbas y atormentas a los vivos, está presente en prácticamente todas las mitologías del mundo, ya sea en forma de vampiros, gules o draugures.


En la literatura, cadávares vueltos a la vida aparecen en Frankenstein de Mary Shelley, La Mano del Mono de WW Jacobs, El Caso del Señor Valdemar de Edgard Alan Poe y varios cuentos de HP Lovecraft. Sin embargo, ninguno de estos muertos vivientes era zombis en realidad.


El concepto de zombi moderno tiene su origen en la tradición afroantillana. En ésta, un zombi es un cadáver sin alma, vuelto a la vida mediante hechicería. Un brujo vudú utilizaría al zombi como esclavo para cumplir su voluntad, por ejemplo, cometiendo asesinatos o raptando personas.


El mundo occidental conoció pro vez primera esta idea de zombi a través del libro La Isla Mágica del explorador WB Seabrook, publicado en Estados Unidos en 1929, en el que el autor describía la vida y costumbres de Haití, incluyendo la práctica del vudú y la creencia en zombis.


El libro fue adaptado muy libremente al cine en 1932 con la cinta White Zombie, protagonizada por el legandario Bela Lugosi. A partir de entonces, se hicieron cada vez más comunes las películas de zombis. En ellas, los muertos eran revividos por hechiceros malignos o científicos locos con la intención de controlarlos para sus malvados fines. Películas de este tipo incluyen Yo Caminé con un Zombi (1943), Plan Nueve del Espacio Exterior (1959) y La Plaga de los Zombis (1966).


EL APOCALIPSIS


Estos zombis, sin embargo, no son aún los causantes del apocalipsis que conocemos hoy en día. Para acabar con la amenaza, bastaba detener al científico o hechicero que los controlaba, y la condición de zombi no era contagiosa.


El origen del Apocalipsis zombi se encuentra en otras obras. Por ejemplo, en 1936, la película Things to Come, basada en la novela homónima de HG Wells, habla de una "plaga ambulante", que provoca que los infectados vaguen errática y lentamente por el mundo (como zombis). Esta plaga es altamente contagiosa y provoca el Apocalipsis.


Pero la influencia más importante en la conformación de la idea del Apocalipsis zombi se encuentra en la novela de Richard Mathelson Soy Leyenda (1954), en la que unos mutantes vampirescos ocasionan el fin del mundo. En esta novela, y en su adaptación cinematográfica El Último Hombre sobre la Tierra (1964, protagonizada por Vincent Price) los "vampiros" tienen más parentezco con los zombis modernos que con el conde Drácula: deambulan lentamente, emitiendo gemidos quejumbrosos, privados de voluntad y razón. Además, su mordida es contagiosa. Lo único que tienen de vampiros es que chupan sangre en vez de comer cerebros.


LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES


Ahora sí, de la película que nos concierne. La Noche de los Muertos Vivientes del legendario director George A. Romero, no es sólo la primera película de zombis modernos. Es una obra maestra del género de horror y precursora del gore, que dignificó el cine de serie B, demostró que el cine de horror puede ser arte y criticó a la sociedad norteamericana. No por nada esta cinta es considerada por muchos críticos como la mejor película de horror de la historia.


Para empezar, Romero sentó las reglas del zombi moderno, una de las dos criaturas míticas que ha producido el siglo XX (la otra vendría siendo el monstruo gigante, al estilo Godzilla). Estas reglas son:




  • Los zombis comen carne humana, ésta es su motivación.


  • Nadie controla a los zombis. Son una amenaza en sí misma.


  • La mordida del zombi reproduce su condición en quien la sufre.


  • Los zombis son una amenaza global, no local.


  • Los zombis traerán el fin del mundo. Si no en esta cinta, en la secuela.


  • La única forma de matar a un zombi es destruyendo el cerebro o quitando la cabeza.


  • De todas formas, el peor peligro no son los zombis, sino los otros vivos.


  • Al final de la cinta, hay pocos sobrevivientes, si es que hay alguno.

Estas reglas básicas han sido cambiadas, revisadas y reinterpretadas por realizadores posteriores. Pero en realidad, tratándose de zombis, no hay nada después de Romero, sólo notas al pie.


En cuanto a la penúltima regla, Romero la hizo la más importante de su cinematografía. Los zombis sólo son un pretexto, una metáfora para exponer la horripilancia de la sociedad humana. En La Noche, son duramente criticados el racismo, la xenofobia y otros vicios de la sociedad. El escenario apocalíptico de la Guerra de Vietnam se ve reflejado en las últimas escenas. No se trata sólo de una película de monstruos, es una cinta muy actual que comenta sobre las situaciones de su tiempo. No es casualidad que surgiera en 1968.


Por cierto, hablando de épocas, Romero no quería dar una explicación sobre el origen de los zombis, pero la época en la que hizo la película lo obligó a dar una razón "científica", en este caso, radiación extraña que había traído consigo una sonda proveniente de Venus.


Romero hizo esta película con un bajísimo presupuesto, con sus amigos, familiares y vecinos. Un carnicero de la comunidad ayudó con los efectos especiales y proveyó a los actores que hacían de zombis tripas y pedazos de carne para que pudieran comerlos con todo realismo.


Las crónicas de la época narran que nadie estaba preparado para lo que vio la noche del estreno de la obra de Romero. Los preadolescentes, acostumbrados a ver películas de horror, quedaron chocados. Una generación coompleta quedó marcada de por vida. Y La Noche fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos para ser preservada por su relevancia artística, histórica y cultural.


No se pierdan esta obra maestra, una de las películas ideales para la época halloweenesca. Será presentada el Martes 7 de Octubre en el Centro Cultural José Martí, a las 8:00 de la noche. Los comentarios estarán a cargo de su servidor. Espero verlos.

2 comentarios:

m. Isaac. V.R. dijo...

me convenciste. nos verems ahí.

Anónimo dijo...

Oh los zombis, creo que fue la razón de que me empezara a gustar las películas de terror y horror, recuerdo haber visto desde pequeño "El extraño mundo de Jack" y lo que más me llamó la atención fue la muñeca que estaba enamorada de Jack que podía estar "viva" sin brazos ni piernas y que luego se las volvía a costurar.

Muy interesante eso de la evolución del cine de terror, recuerdo que una vez en la escuela nos diste una pequeña clase de esto, ha sido la mejor clase que he tenido jeje, sin duda es un tema que se me hace interesantísimo.